Un simple "hola" y su sonrisa

Marta prometió que no volvería con él, Marta entre lágrimas me lo prometió.

Le había destrozado su vida, su más que feliz vida, y aún así no podía dejar de pensar en él. Ella era alegre y divertida, afrontaba los retos con determinación y optimismo, y nunca pensaba en los problemas sino en sus soluciones.

Una mujer de rompe y rasga, sí, pero llena de inseguridad e indecisión. En eso se apoyaba él, en eso y en su amor, en su ciego amor.

Marta no se daba cuenta de sus juegos, no se daba cuenta o no quería darse cuenta, él no la quería, aunque se lo dijera, él sólo la estaba utilizando, y cual insecto, una vez chupada toda su sangre, le dejó.

Le dejó sin explicación alguna, lo que ayer se prometía amor eterno, hoy ya no lo era, no le dijo nada salvo un “hasta luego mi amor”, “es lo mejor para ti, para los dos”, sonrió, le besó en la frente y se marchó.

Marta no pudo ni reaccionar, se quedó allí de pie, sin moverse, sin poder entender nada y me llamó.

Se hizo la fuerte y no derramó ninguna lágrima hasta que llegué yo, en el mismo momento en que crucé su puerta, se derrumbó.

¡Cuántas veces le había dicho que él no era ese hombre ideal que se pensaba, que no era el príncipe que de pequeña soñaba!

Sin duda aquél no era momento ni lugar de reproches, pero tiempo después, con la cabeza y el corazón algo más fríos, me hizo la promesa, no volvería con él aunque él se lo pidiese.

Yo sabía que él volvería.

Y volvió con su mejor sonrisa, y le bastó decir un “hola” para que Marta olvidara el pasado y volviera a sus brazos.

pd: tranquilidad en el frente, no estaba muerta, sólo estaba tomando cañas ;)

[Sonando: "He sido tan feliz contigo" de Alejandro Sanz]