miércoles, julio 25, 2007

En un día que no salió el sol...


... Ella pensó que no podía haber nada peor, que no se podía sufrir más de amor, que su corazón estaba roto en tantos pedazos que nada ni nadie podría juntarlos ya nunca más, al menos no en esta vida.

Ella, una vez más se equivocó, le faltaba tanto por aprender... aprender de la vida, aprender a sentir, mejor dicho, aprender a entender lo que sentía, en definitiva, le faltaba tanto por aprender del amor... Lo peor no era haber sido abandonada, como aquel perrito que parecía tan mono cuando lo compraron y que después molesta en vacaciones y se le abandona en la primera gasolinera que aparece, sí, como aquel perrito con mirada triste se sentía ella.

Le habían abandonado y humillado, y no, por mucho que pensaba, eso al final no era lo peor.

Lo peor de todo fue aquel día, en el que Lo vió, y él ni si quiera se inmutó, no giró la cabeza, no sonrió.
Pasó por su lado, como si nada, como si no hubieran vivido una historia juntos, como si nada de lo que entre ellos había pasado hubiera sucedido, como si ni existiera, como si nunca se hubieran conocido...

Y ese día Ella comprendió que no todos los días sale el sol, y que no todos lo refranes se cumplen porque los días en los que piensas que nada puede salir peor, sí que pueden empeorar.




[Sonando: "Ahora que" de Conchita & Antonio Vega]

3 comentarios:

Anónimo dijo...

De estas cosas se aprende (aunque en principio no lo parezca) y te haces fuerte y te empiezas a querer más. Si alguien con quien has compartido parte de tu vida hace eso... es mejor que esté lejos de ti.

Un besazooo

Anónimo dijo...

¿Por qué pone que tienes 0 comentarios? Si el mío lleva horas por aquí!

Qué cosas más raras...

Anónimo dijo...

En efecto, todos los días pueden empeorar siempre un poquito más. Pero bueno, como dice Cool Girl, de eso se aprende y te hace fuerte...creo...

Un abrazo!