martes, octubre 31, 2006


Del amor al odio se dice que hay un pequeño paso, el mismo pequeño paso que transforma las alegrías en penas,la ilusión desmedida en una profunda desesperación... No existen los grises en nuestra vida, del brilante blanco al negro intenso sólo nos separan segundos, dejando atrás la gran paleta crómatica del gris. Vivir la vida con intensidad es lo que tiene.



Y podría solucionar mis problemas, pero, ¿de qué serviría? iría en busca de más, qué le voy a hacer si me gusta estar echa un lío, si disfruto con la triste melancolía.



[Sonando: "Limón y sal" de Julieta Venegas"]

1 comentario:

Anónimo dijo...

NO pienses que los problemas no se solucionan ni que al solucionarlos se entran en otros, ni todo es blanco ni todo es negro yo opino que existe el gris, pero sinceramente, desde hace un rato, empieza a gustarme más el BLANCO, un saludo desde las profundidades del alma